Protege tu tejado frente al invierno

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Estrenamos el Blog de Onduline para particulares con este artículo en el que os daremos unos consejos sencillos, pero eficaces, para mantener protegido tu tejado frente al invierno. 

El objetivo del artículo es poner de manifiesto las principales cuestiones a considerar a la hora de diseñar, construir o mantener el tejado de tu vivienda, anexo, porche, caseta, etc. Para ello, nos centraremos en las acciones del viento y de las cargas por nieve, los dos aspectos meteorológicos más importantes en lo que se refiere a seguridad durante los temporales habituales en invierno.

 

Acciones del viento en el tejado

Evidentemente, no vamos a hablaros sobre cuestiones técnicas respecto a las acciones del viento, la presión estática, la presión dinámica y su distribución, aunque si pretendemos hacer hincapié en este aspecto tan importante para un tejado o cerramiento vertical /fachada. Los cálculos por viento que tienen que hacer los técnicos a la hora de proyectar una construcción son muy importantes para garantizar la seguridad de los edificios, y se basan unos coeficientes de exposición al viento que, en función del tipo de zona y de la altura del punto de consideración, serán mayores o menores.

En nuestro caso, simplemente se trata de aplicar un poco sentido común y deberemos prestar especial atención al tejado de nuestra vivienda o anexo si se trata de una zona expuesta. Pero, ¿Cómo saber si estamos en una zona expuesta al viento? Seguramente la respuesta esté en tu propia experiencia viviendo en esa zona, pero si no lo tienes claro, vamos a considerar dos aspectos fundamentales: el entorno (grado de aspereza) y la altura del tejado o punto que queramos considerar.

Comenzando por el entorno, lógicamente, no es lo mismo hablar de un edificio que este situado al borde del mar o de un lago y que cuenta con una superficie considerable de agua en la dirección del viento, que una situada en el centro urbano rodeado de más edificios. La clave del entorno está en analizar la protección que tenemos alrededor de la zona en que queramos construir o analizar la acción del viento sobre la construcción en cuestión.

La distancia desde el mar es una característica interesante, ya que, generalmente, se experimenta una mayor velocidad del viento en las zonas costeras porque la fuerza del viento no se disipa por la topografía de la tierra, árboles, edificios, etc. Pero, por ejemplo, los terrenos rurales llanos y sin obstáculos o arbolados que los protejan también son zonas muy expuestas al viento. Por el contrario, las zonas urbanas, en general, son entornos más protegidos donde la acción del viento siempre será menos significativa.

En el siguiente mapa podréis ver la clasificación geográfica del territorio español en lo que a la presión dinámica del viento se refiere. Podréis ver como la franja norte del territorio y la zona de Cádiz tiene un grado C, el de mayor presión. La zona A comprende gran parte de la meseta central y la zona B se divide en diferentes franjas.

mapa presión dinámica viento españa

Por otro lado, considerando la altura, será importante tanto la altura del edifico como la altura del terreno donde se sitúe la vivienda o construcción. Por poner un ejemplo evidente, la acción del viento es mucho más intensa y fuerte en las zonas montañosas o del Pirineo que en la estepa castellana. Por lo tanto, si nuestro edificio cuenta con más de 9 metros de altura o si la altitud en la que se sitúa es considerable, deberemos prestar atención a la posible acción del viento.

Por supuesto que si tiene dudas respecto a este tipo de cuestiones, nuestra recomendación es que siempre busque el consejo de un profesional en edificación para que evalúe el posible requerimiento de alguna variación estructural o refuerzo para contrarrestar el aumento de las cargas del viento. En los edificios existentes, el mantenimiento y la integridad estructural del edificio deben inspeccionarse y mejorarse según sea necesario y, si fuera necesario, buscar asesoramiento profesional (arquitectos, ingenieros civiles, topógrafos, etc.).

Un ejemplo reciente es el que aconteció el barrio madrileño de Vallecas el pasado 22 de enero donde el tejado de chapa de un inmueble fue totalmente levantado por la acción del viento. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales, pero ello pone de manifiesto la importancia de considera el efecto de elementos como el viento, entre otros, a la hora de construir una cubierta de calidad que nos de seguridad, además durabilidad.

tejado de chapa vallecas levantado enero 2021

Desde luego que nunca está de más revisar el estado de la cubierta cuando se acerca el invierno o, siempre que se pueda con cierta periodicidad (al menos una vez al año). Por supuesto que esta revisión se deberá hacer cuando se dispongan de todos los elementos de protección necesarios. En el caso de cubiertas de teja o pizarra, probablemente necesitará de la ayuda de un profesional. En el caso de anexos o cubiertas ligeras con coberturas de tejas o placas asfálticas, las comprobaciones son más sencillas y, al menos para una primera impresión, pueden realizarse mediante un primer examen visual.

Será fundamental comprobar el estado de las fijaciones de las piezas que componen la cobertura del tejado. Comprobar que no están sueltas, que están todas las piezas y que no se han movido. Lo más recomendable será siempre revisar los puntos más vulnerables del tejado, que son, lógicamente, los más expuestos; todo el perímetro de la cubierta o tejado. Los extremos perimetrales que forman una cubierta o tejado son el alero (líneas rojas) y los laterales (líneas verdes). Además, también resulta recomendable revisar otra zona muy expuesta, el eje central superior, llamado cumbrera (líneas moradas), sea está una cubierta a dos aguas (primera imagen) o a cuatro aguas (segunda imagen). En el caso de ser una cubierta a cuatro aguas, nos encontramos con 4 zonas nuevas que también son muy expuestas al viento, las llamadas limatesas (líneas amarillas).

cubierta o tejado a dos aguas

cubierta o tejado a cuatro aguas

 

Acciones de la carga de nieve en el tejado

La carga a nieve es otro aspecto vital que los profesionales técnicos de la edificación, tanto proyectistas como calculistas, tienen siempre en cuenta a la hora de diseñar la estructura de una cubierta. En este caso, lo mejor siempre será recurrir a la ayuda de un profesional técnico o empresa especializada en construcción de estructuras y cubiertas para que nos asesore y no tengamos sustos.

Si el proyecto que tienes entre manos es algo más simple, como un anexo de jardín, pérgola o porche, y si además eres un aficionado al bricolaje, seguramente puedas recurrir a información genérica respecto a cargas y sistemas estructurales, aunque la ayuda de un profesional siempre es lo más seguro a la hora de trabajar en el diseño y el montaje de estructuras de cubierta.

Obviamente, el efecto y la intensidad de la carga de nieve va a variar en función de la zona climática del lugar de la construcción, así como la forma y tamaño de la propia construcción. Para realizar el cálculo de cargas de nieve a considerar existe una guía técnica llamada Código Técnico de la Construcción que es lo que tienen que utilizar los profesionales técnicos de la edificación. De todos modos, para que os hagáis una idea de la variación de la carga que se considera para cada capital de provincia, en función de su altitud, os dejamos la siguiente tabla de dicho documento técnico (las cargas son dadas en KN/m2, donde 1 kN equivale a unos 102 Kg).

tabla CTE capitales provincia carga nieve kn m2

Pero no debemos olvidarnos de que además de la carga de nieve existen otras cargas permanentes en la construcción como son el propio peso de los materiales que componen la estructura y resto de elementos o la carga por viento antes comentada e incluso una sobrecarga de uso (en caso de cubiertas planas) o inclinadas para el transito durante mantenimiento, etc.

Apenas tenemos que hacer memoria para recordar la gran nevada caída en Madrid y en otras zonas del centro del país hace apenas unas semanas como consecuencia de la borrasca Filomena. Este hecho ha causado un gran revuelo en la comunidad técnica española y es que como consecuencia del cambio climático es posible que este tipo de fenómenos metrológicos poco habituales hasta la fecha se den con mayor frecuencia. Por ello, siempre será mejor considerar una mayor carga y no escatimar en calidades de materiales a la hora de construir nuestra cubierta ya que es el elemento principal que protege el edificio o vivienda de la intemperie.

Cubierta ligera chapa metálica derrumbada por nieve en Madrid

Generalmente, cuando se trata la construcción de una cubierta donde las nevadas son habituales, se tiene en consideración el peso adicional que sufre la estructura del tejado tras una nevada. Esta carga, combinada con la carga del viento, el derretimiento del hielo, el aumento del peso de la nieve compactada en la estructura del tejado y el efecto de la exposición prolongada a temperaturas bajo cero deben reflejarse en el requisito de resistencia de diseño de la sección de los elementos estructurales de la cubierta del edificio.

 

Resumen para la identificación de los factores de riesgo en nuestro tejado

Podríamos resumir que los factores de riesgo que se deben considerar a la hora de diseñar, construir o mantener un tejado son los siguientes:

El tamaño y la configuración del edificio: la separación entre apoyos (luz o vanos entre las vigas que forman la estructura del tejado), su diseño, la pendiente y la altura; la carga permanente aplicada que normalmente comprende el peso de los elementos estructurales individuales y las cargas "vivas" aplicadas a la cubierta como las fuerzas del viento y la nieve que actúan sobre él, o las personas y elementos que pueden tener que soportar puntual o habitualmente.

Será también muy importante considerar la ubicación, en relación con las velocidades del viento previstas; la exposición, ya se encuentre en una ubicación urbana, litoral o en el campo; la altitud del sitio, lo más probable es que la velocidad del viento y las cargas de nieve aplicadas a un tejado aumenten significativamente cuanto más alta sea la elevación del edificio sobre el nivel del mar.

La existencia de parapetos y obstrucciones en canalones o pesebres y, en general, en el tejado, pueden favorecer la formación de turbulencias de aire, o la acumulación de nieve, generando un aumento considerable de riesgo en las cargas de peso puntuales que soportará la estructura de cubierta.

Cubierta inclinada tejado con nieve acumulada

Los edificios en España, sus cubiertas, tejados, fachadas, etc. están diseñados de acuerdo con los estándares normativos del Código Técnico de la Construcción, que por supuesto tienen en cuenta todos estos aspectos; sin embargo, si tiene cualquier duda le recomendamos consultar al diseñador técnico o a un profesional del sector si necesita una confirmación de la conformidad del diseño de su cubierta o edificio.

 

Seguridad de los Sistemas de cubierta y tejado de Onduline

En nuestro caso, como expertos con más de 75 años de experiencia en el sector de la cubierta, todos nuestros sistemas de cubierta y tejado que ofrecemos cumplen con los requisitos normativos y han sido sometidos a los ensayos pertinentes para obtener las certificaciones necesarias que garanticen la seguridad de las personas. Además, nuestro amplio abanico de soluciones de cubierta ofrece mucha versatilidad y posibilidades de instalación y diseño para los profesionales en cualquier punto de España.

Si tiene cualquier duda respecto a la recomendación de instalación de alguno de nuestras soluciones de cubierta no dude en contactar con nuestro Departamento Técnico. Le atenderemos sin ningún compromiso y le remitiremos a empresas instaladoras y técnicas profesionales de la mayor confianza. Puede contactarnos a  través de nuestro teléfono de atención directa: 94 636 18 65 o a través del email [email protected].

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