Las diferencias entre el aislamiento y la impermeabilización

Si estás leyendo este artículo es posible que no tengas muy claro las diferencias que existen entre estos dos conceptos frecuentes e importantes en la construcción y la rehabilitación. Pero no te preocupes, es normal que te surjan ciertas dudas y, para ello, vamos a explicarte de una forma muy sencilla y útil las principales diferencias entre el aislamiento y la impermeabilización.

Lo cierto es que es habitual ver utilizar estos dos conceptos  de forma indiferente entre los no profesionales, pero en realidad poco tienen que ver entre sí. A groso modo, el aislamiento nos aporta la protección frente a la variación de temperatura exterior-interior, o frente al ruido, y la impermeabilización nos confiere una protección frente al vapor de agua y las filtraciones. Para entender mejor sus diferencias, vamos a ver sus principales características.

En el sector de la construcción, cuando se utiliza el término “aislamiento” es posible hacer referencia tanto a su vertiente térmica como acústica, y son tipos de aislamiento bastante distintos. De hecho, es habitual que un buen aislante térmico no sea especialmente bueno en términos de aislamiento acústico. Además, dentro del aislamiento acústico se debe diferenciar entre el aislamiento a ruido aéreo y a ruido por impacto, existiendo materiales y sistemas específicos para mejorar en cada tipo de aislamiento acústico.

aislamiento acústico a ruido en vivienda

Definir y explicar cómo se mide el aislamiento acústico es algo más complejo que el aislamiento térmico, por lo que en este artículo nos vamos a centrar en el aislamiento térmico, y concretamente en el aislamiento térmico por conducción. Ya que la conducción es el tipo de transmisión de calor más importante entre cuerpos sólidos también es la forma de transmisión más relevante en los edificios y en las viviendas, desde las fachadas a los suelos o los tejados.

El aislamiento térmico se puede entender como la capacidad de un material para protegernos del frio y del calor y se deriva, principalmente, de una importante propiedad térmica presente en todos los materiales de construcción, la conductividad térmica. Esta propiedad mide la capacidad de transmisión de calor por conducción de un material concreto. Se trata de una propiedad particular para cada tipo de material de construcción y no se ve afectada por el espesor utilizado del producto. Por ello, resulta un dato muy relevante en los materiales clasificados como aislantes térmicos y cuanto menor sea su valor menor capacidad de transmisión térmica tendrá y, por tanto, mejor aislante térmico será el producto o material de construcción en cuestión.

aislamiento térmico natural lino orgánico

De todos modos, como suele resultar incómodo valorar una magnitud que cuanto menos valor tenga sea mejor, podemos analizar su inversa, y es que resulta muy interesante saber la capacidad de impedir el paso de calor de un material aislante. Para ello, existe una propiedad derivada de la conductividad térmica conocida como la resistencia térmica que nos informa de la capacidad de un material para impedir el paso de calor por conducción. Por ello, cuanto mayor sea su valor mejor aislamiento térmico tendremos y, en este caso, si se calcula teniendo en cuenta el espesor del material que utilicemos.


Si quieres ir un paso más, y saber cómo se calcula la resistencia térmica, puedes seguir leyendo este párrafo. Si no, simplemente busca este dato en los productos que estés valorando para compararlo con otros, pero acuérdate de que el espesor si importa. La fórmula de cálculo de la resistencia térmica es muy sencilla, solo hay que dividir el espesor en metros del material por su valor de conductividad térmica (lambda). Además, si colocamos varias capas de materiales juntos las resistencias térmicas de todos se deben de sumar para obtener la resistencia térmica global del conjunto.

R = e / λ

e = Espesor del Material (en metros)

λ = Conductividad Térmica del Material (W/K·m)

Por ejemplo, si queremos comparar el aislamiento térmico (en función de la resistencia térmica) entre un planchón de poliestireno extruido (XPS) de 60 mm de espesor y un panel de lana de roca de igual espesor, solo necesitamos tener sus datos de conductividad térmica.

λ XPS = 0,033 W/mk

λ Lana de roca = 0,035 W/mk 

El espesor, que es el mismo en la comparativa, 60 mm = 0,06 m ya que 1 m = 1.000 mm y, por tanto, hay que hacer 60/1.000 para pasar de milímetros a metros. Finalmente, calculamos la resistencia térmica:

R XPS = e / λ = 0,06 / 0,033 = 1,8181 = 1,82 m2K/W

R Lana de roca= e / λ = 0,06 / 0,035 = 1,7142 = 1,71 m2K/W


En resumen, el aislamiento térmico es una característica presente en ciertos materiales basada en su capacidad para impedir la transmisión de energía calorífica, medible con su resistencia térmica, para lo cual se tiene en cuenta las variaciones de temperatura entre varios puntos y los tiempos de transmisión, lo cual poco tiene que ver con la propiedad de impermeabilización.


La impermeabilización es otra característica presente en ciertos materiales de construcción, y se basa en la capacidad de un material para evitar el paso de líquidos e incluso para evitar su absorción. Es lo técnicamente se conoce como resistencia a la penetración del agua. Probablemente, si  practicas montañismo o algún deporte de invierno te sonará el concepto de columnas de agua, ya que es una unidad de medida empleada en el sector textil para medir la capacidad de resistencia a la penetración del agua de los tejidos como chaquetas o pantalones de montaña y esquí.

Sistema de Impermeabilización de tejados Onduline Bajo Teja DRS

Como has visto hasta aqui, aislamiento e impermeabilización son cuestiones muy diferentes y, por norma general, el aislamiento se deteriora al mojarse ya que la humedad presente en estos hace que exista una mayor transmisión de calor por conducción superficial, empeorando su comportamiento aislante. Por ello, las humedades en fachadas o tejados (los elementos de cerramiento de las viviendas), implican un consumo mayor de energía por el efecto que tienen en la conducción del calor y una pérdida de eficiencia energética.

Por lo tanto, la combinación de una buena impermeabilización con el aislamiento térmico o acústico es lo mejor que podemos hacer para alargar la vida útil de este y de la inversión realizada en una vivienda confortable y eficiente. Por ello, nosotros siempre recomendamos impermeabilizar nuestros paneles sándwich de madera ONDUTHERM, que aportan el aislamiento y soporte de la cubierta, con nuestras placas impermeables bajo teja, que aportan la impermeabilización y microventilación para evitar filtraciones y condensaciones.

Sistema aislamiento impermeabilizacion y microventilacion tejado Onduline

Como los materiales impermeabilizantes tienen la función de evitar la entrada o paso de agua, en una cubierta inclinada o tejado su colocación se debería realizar por la cara exterior del aislamiento térmico (la cara más expuesta a la intemperie) ya que su función es proteger al aislamiento del contacto directo con el agua que pueda derivarse de cualquier posible filtración a través de la cobertura como en los tejados de teja, alargando así su vida útil y mejorando sus prestaciones. Un buen ejemplo de materiales  impermeables para tejados son nuestras placas asfálticas Onduline Bajo Teja DRS. En cambio, en las cubiertas planas los materiales impermeabilizantes son a la vez los productos quedan directamente a la intemperie protegiendo a la cubierta de la lluvia, los rayos UV o la nieve. Un buen ejemplo de estos materiales sería nuestra gama de láminas termoplásticas alwitra.


Por otro lado, cabe señalar que la impermeabilidad suele confundirse como la inversa de la permeabilidad, también denominada difusión al vapor de agua. Este es un concepto algo más complejo, pero la permeabilidad puede simplificarse como la capacidad de un material de permitir el paso del vapor de agua. La cuestión es que la inversa de la permeabilidad al vapor no es la impermeabilidad sino la resistencia al vapor de agua. Este tipo de productos resistentes al vapor de agua son los conocidos como barreras de vapor y, por sus características, suelen utilizarse para proteger el aislamiento de paredes y techos frente al vapor de agua que producimos las personas al habitar los interiores de los edificios. Un ejemplo de estos productos son nuestras láminas barreras de vapor ONDUTISS BARRIER.

Instalación lámina barrera de vapor ONDUTISS BARRIER en cubierta inclinada aislada


En resumen, lo interesante a la hora de invertir en ahorro energético y mejorar el confort en nuestra vivienda es optar por un aislamiento térmico y acústico adecuado, sobre todo si vamos a realizar una rehabilitación y no una reparación puntual, ya sea en fachada o en el tejado. Y, muy importante, no debemos olvidarnos de la impermeabilización, ya que si no aseguramos la protección del aislamiento frente a la entrada de agua nos estamos arriesgando a que este se moje y se debilite, pierda sus capacidades aislantes y la inversión realizada no resulte rentable.

¡Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad y no olvides que puedes contar con nuestro Departamento Técnico para cualquier duda o cuestión que quieras consultar!